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La Batalla de Culloden

La batalla de Culloden supuso el final del enfrentamiento entre los Jacobitas, partidarios del rey Jacobo III Estuardo, y los Hannoverianos, quienes apoyaban al rey Jorge II de Inglaterra.

Los Jacobitas pretendían restaurar a la dinastía Estuardo de nuevo en el trono de Inglaterra y tras meses de enfrentamientos, fueron derrotados de una forma tan estrepitosa que aún hoy día persisten rencores por las consecuencias que tuvo esta batalla.

Los antecedentes de la batalla de Culloden

El hijo del pretendiente al trono de Inglaterra, el príncipe Carlos Eduardo Estuardo, había conseguido aunar a su alrededor apoyos para la causa de su padre. La mayor parte de estas fuerzas que le siguieron estaban formadas por distintos clanes de las Highlands.

Una vez que Carlos desembarcó en Escocia, donde fue recibido por algunos de los clanes, reunió a su ejército y marchó con ellos hacia Edimburgo, logrando conquistar la ciudad y ponerla de su lado.

El ejército jacobita derrotó al ejército real británico en la batalla de Prestonpans gracias a la famosa carga jacobita

El gobierno británico comenzó a verse superado por las fuerzas de Carlos Estuardo así que decidió reforzar su ejército haciendo que regresaran parte de las tropas que hasta entonces habían estado luchando contra los franceses en Flandes.

Al mismo tiempo, el príncipe Carlos Estuardo, quien también era conocido como Bonnie Prince Charlie, había convencido a los generales de su ejército de que podían conseguir que los jacobitas inglesas se rebelaran a lo que se uniría el apoyo francés en forma de invasión.

Con esta perspectiva, el ejército jacobita invadió Inglaterra el 8 de noviembre de 1745 y avanzó a través de ciudades como Manchester y Carlisle hasta llegar prácticamente a las puertas de Londres, la capital. El rey Jorge II se planteó incluso ubicar el gobierno en Hanóver, Alemania.

Sin embargo, las cosas no estaban yendo bien en el bando jacobita: la población civil de Inglaterra no parecía demasiado dispuesta a apoyar su rebelión. Además, el supuesto apoyo de los franceses tampoco llegaba y el ejército británico dividido en dos partes estaba acercándose al ejército jacobita.

Los jacobitas regresan a Escocia
En contra de los deseos del príncipe Carlos, los generales jacobitas decidieron regresar a Escocia para reclutar más soldados y conseguir un ejército mayor. El 6 de diciembre de 1745, el ejército del príncipe Carlos emprendía el retorno a Escocia.

En Glasglow, los jacobitas consiguieron más hombres que unir a sus tropas y cosecharon una nueva victoria ante los ingleses, al igual que sucedió días después en Falkirk.

Mientras tanto, el Duque de Cumberland al mando del ejército británico recuperaba Edimburgo y se dirigía después a Aberdeen, donde dedicó seis semanas al entrenamiento de sus tropas.

El resto del ejército británico siguió presionando al príncipe Carlos y sus tropas, que se vieron incapaces de hacerse con el castillo de Stirling y con Fort William.

Los ejércitos de la batalla de Culloden

El ejército jacobita

A pesar de lo que se suele creer, el ejército jacobita no estaba formado por completo por miembros de los clanes de las Highlands, aunque sí formaban la gran mayoría. También había miembros de los clanes de las Lowlands del sur de Escocia.

Además, no todos eran católicos sino que aproximadamente un tercio de ellos pertenecían a la confesión episcopaliana.

La confusión entre el origen de los clanes que participaron de la rebelión jacobita procede del hecho de que los clanes de las Lowlands solían vestir del mismo modo que los de las Highlands por lo que a simple vista no era fácil distinguirlos.

La mayor parte de los highlanders portaban armas que habían saqueado o improvisado, muchas veces pistolas. Algunos llevaban hachas o picas y aproximadamente un cuarto del total manejaban espadas de farol.

El ejército jacobita había quedado mermado y sin recursos tras la derrota el Falkirk pero por suerte, llegaron unos 800 soldados franceses con aprovisionamiento.

Muchos highlanders abandonaron el ejército jacobita para regresar a sus hogares

El ejército británico

El Duque de Cumberland tenía consigo un ejército muy bien formado y aprovisionado. Incluía tres regimientos de dragones a caballo, doce batallones a pie, un tercio de los cuales formado por clanes de las Highlands y las Lowlands, y otros clanes escoceses que habían decidido apoyar al rey Jorge II.

Estos clanes que decidieron pasarse al bando británico no tuvieron funciones militares dentro del ejército de Cumberland. Se dedicaron a otro tipo de actividades más relacionadas con el saqueo y el corte de suministros hacia el ejército jacobita.

¿Qué sucedió en la batalla de Culloden?

El ejército británico de Cumberland contaba con unos 8.000 hombres que llegaron a Nairn el 14 de abril. Los jacobitas, con un número aproximado de 5.400 hombres, se apostaron a unos 19 kilómetros de la misma ciudad.

El príncipe Carlos insistió en tomar el mando de las tropas y tras escuchar los consejos de su secretario O’Sullivan, ordenó a sus hombres que formaran de manera defensiva en el pantano de Drummossie, una línea de terreno pantanoso situada entre la muralla de Culloden norte y los muros de Culloden sur.

Un terreno poco adecuado
Murray, otro de los lugartenientes del príncipe Carlos, rechazó esta ubicación alegando que la superficie tan irregular impediría que se llevara a cabo de forma adecuada la carga jacobita que tantas victorias les había dado. Además, los flancos quedaban expuestos a la potente artillería británica por no hablar de la inferioridad numérica y la falta de recursos.

El 15 de abril, la noche anterior a la batalla, se celebró en el campamento británico una fiesta de cumpleaños para el Duque de Cumberland que había incluido la ingesta de alcohol entre los soldados. Murray propuso aprovechar la circunstancia para realizar un ataque sorpresa en plena noche.

Sin embargo, la escasez de comida en el ejército jacobita hizo mella entre sus hombres y no pudieron llevar a cabo este ataque sorpresa. Muchos de ellos se retiraron en busca de algo de comida o simplemente un rincón en el que dormir.

A primera hora de la mañana del 16 de abril, el ejército británico se puso en marcha y los jacobitas se prepararon para recibirlo. El día había amanecido gris y lluvioso, y soplaba un viento en dirección a los rostros de los jacobitas que les dificultaba la visión.

El Duque de Cumberland puso en marcha su artillería para masacrar las líneas de los jacobitas sin dar pie a que éstos iniciaran la famosa carga highlander. Tras media hora aguantando el fuego británico, algunos jacobitas se impacientaron y exigieron al príncipe Carlos que diera la orden de cargar contra los británicos.

Al fin, llegó el momento de cargar pero entonces el clan McDonalds decidió retirarse al estar disconformes con el lugar que les había tocado ocupar en la formación y a su vez, el terreno impidió que la carga se realizara de modo adecuado.

Los mosquetes y la artillería de los británicos aprovecharon las dificultades que los jacobitas tenían con el terreno para acabar con muchos de ellos.

La carga highlander fue, por tanto, desorganizada y no llegó con la fuerza suficientemente a la primera línea de las fuerzas británicas. Los soldados de Cumberland los repelieron fácilmente con las bayonetas.

En apenas una hora, el Duque de Cumberland había conseguido aplastar al ejército jacobita, matando a más de la mitad de sus miembros y capturando como prisioneros al resto.

Consecuencias de la batalla de Culloden

La consecuencia directa de la batalla de Culloden fue la ejecución de todos los jacobitas que habían sido hecho prisioneros y también de los que habían quedado heridos en el campo de batalla.

¿Sabías que...
La ejecución sistemática de los jacobitas supervivientes hizo que se conociera al Duque de Cumberland como «El Carnicero»

El príncipe Carlos acompañado de un reducto de jacobitas logró escapar hacia el norte hasta llegar a la isla de Skye, esquivando a duras a las fuerzas gubernamentales que se hallaban en su busca y captura.

Tras sobrevivir cinco duros meses en Escocia, el príncipe Carlos pudo tomar un barco para llegar a Francia aunque para ello tuvo que vestirse de mujer y fingir ser la doncella de Flora MacDonald.

Carlos Estuardo pasó el resto de su vida escondiéndose en diversas cortes europeas y planeando una nueva rebelión que jamás llegó a producirse.

Mientras tanto, Cumberland se dedicó a perseguir a los jacobitas para ejecutarlos, encerrarlos o deportarlos como esclavos a las colonias. También ejecutó a los desertores de su propio ejército.

Los jacobitas fueron tratados como traidores al rey mientras que se tuvo una actitud más considerada hacia los soldados franceses, que fueron devueltos a su país

¿Sabías que...
Tras la batalla de Culloden se prohibieron las gaitas ya que se consideraban armas de guerra.

En los meses siguientes se creó el Acta de Proscripción que abolía el sistema de clanes dejándolos sin armas y prohibiendo vestir el kilt y usar tartán. El Acta de Abolición de Tenencias suprimió el sistema feudal de propiedad de la tierra y se prohibió la religión episcopaliana, ya que la católica ya lo estaba.

Por último, se destinaron tropas británicas que se establecieron en distintos cuarteles y construyeron carreteras para poder controlar a la población y evitar posibles nuevas rebeliones.

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Vídeo de la batalla de Culloden

A continuación os dejamos un vídeo explicativo de una película donde podréis ver una recreación de la batalla de Culloden y sus represalias:

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