Al igual que otras ciudades griegas, su ejército se basaba en el sistema hoplítico sólo que los espartanos, además, lo unieron con un sistema social y educativo dedicado por completo a la victoria y al bien de la ciudad por encima del éxito personal y del ego.
Gracias a esta férrea educación y a su duro sistema ético y guerrero, los espartanos aún están considerados entre los mejores guerreros de la Historia, siendo también un ejemplo de la lucha en equipo para hacer un frente común donde, al mismo tiempo, cada individuo era importante. Debido a estas características, la cultura espartana es admirada aún hoy día.
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La historia de Esparta
Junto a Tebas y Atenas, Esparta fue una de las polis griegas más importantes de la Edad Antigua.
Su fundación se sitúa en el momento en el que los dorios conquistan la región de Laconia en el siglo X a.C.
Aunque al principio existieron problemas internos y algunas rebeliones, fue a partir del siglo VII a.C. cuando Esparta se situó al fin en el camino que la condujo a ser una de las potencias militares más importantes de su época, llegando a convertirse en paradigma de las ciudades hoplitas.
A mediados del siglo VI a.C., Esparta había derrotado a sus principales enemigos , Argos y Arcadia, ciudades que, junto a otras, se vieron obligadas a firmar un pacto mediante el cual reconocían la hegemonía de Esparta.
En este contexto es el que el ejército espartano comienza a adoptar la doctrina hoplita.
Pero Esparta no solamente se dedicó a derrocar enemigos sino que también hizo pactos y alianzas como la que hizo con Creso de Lidia para enfrentarse a los persas y apoyó a los tiranos griegos que les convenían.
A principios del siglo V, el rey de Esparta, Cleómenes I, se dedicó a afianzar su poder y consolidar el imperio que habían logrado conseguir en el Peloponeso, por lo que no se unió a algunas de las guerras que sus vecinos y aliados mantenían especialmente contra los persas.
En el año 491 a.C., Cleómenes decidió abandonar esa política aislacionista arrojando a un pozo a unos mensajeros del rey persa Darío I, quienes exigían la tierra y el agua. Esto dio comienzo a las Guerras Médicas.
Además, envió refuerzos a Atenas para participar en la batalla de Maratón y hacer frente común, aunque llegaron tarde.
Diez años más tarde, Jerjes volvió a exigir la tierra y el agua a todas las ciudades de Grecia con la excepción de Atenas y Esparta.
Ésta última fue la encargada de liderar la Liga Panhelénica aunque, en algunos aspectos, Atenas era superior, como por ejemplo en cuanto a flota.
Los soldados espartanos comandados por Leónidas defendieron el paso de las Termópilas en la batalla de las Termópilas para retrasar el avance persa mientras la flota se dirigía a Salamina, donde la victoria fue para los atenienses.
En el año 479 a.C. se produjeron otras victorias para Esparta gracias al general Pausanias, regente debido a la minoría de edad del hijo de Leónidas.
Tras la paz, Esparta sugirió abandonar a su suerte a las ciudades jonias debido a que eran las que se encontraban en una situación más lejana. También propuso expulsar a Tesalia de la Liga de Delfos ya que se había aliado con los persas.
En los dos casos, Esparta se encontró con la oposición de Atenas .
Esto despertó cierta incomodidad en Esparta, que veía que el poder y la importancia de Atenas comenzaban a crecer.
Prohibió a los atenienses reconstruir las murallas destruidas por sus enfrentamientos con los persas por lo que Atenas abandonó la Liga Panhelénica y fundó la Liga de Delos .
Las cosas estuvieron tensas pero en paz hasta que en el año 462 a.C. los espartanos rechazaron la ayuda ateniense en su revuelta de los ilotas.
En los años siguientes hubo varios enfrentamientos en los que participaron otras ciudades-estado griegas dando lugar a la Guerra del Peloponeso.
Esparta llegó a arrasar el Ática, región en la que se sitúa Atenas. Pericles, político ateniense, decidió proteger a la ciudad tras los Muros Largos del puerto abandonando la ciudad al saqueo de los espartanos.
También en esos momentos Esparta sufrió una gran derrota en la isla de Esfacteria, donde 420 espartanos aguantaron el sitio hasta que hubo que rendir la flota ante Atenas para poder salvar sus vidas. Tras estos hechos, se firmó la paz.
De nuevo entre 415 y 408 a.C. volvió a estallar el conflicto entre Atenas y Esparta al considerar la primera que los espartanos habían roto el acuerdo de paz. En el año 404 a.C. Atenas se vio obligada a rendirse y Esparta le obligó a acortar los Muros Largos y a formar parte de la Liga del Peloponeso .
Además, Esparta eliminó la democracia ateniense e impuso un sistema de Treinta Tiranos gracias al general Lisandro.
Sin embargo, pronto los tiranos acabaron marchándose y el rey Pausanias apoyó a los oligarcas moderados de Atenas, lo que le costó una condena.
Esparta llevó a cabo una hegemonía imperialista en todo el Peloponeso y además, cambió su política ante Persia ante quien fue derrotada en dos ocasiones.
Más tarde, Atenas, Tebas, Argos y otras ciudades se rebelaron contra Esparta dando comienzo a la Guerra de Corinto que finalizaría con el triunfo de los espartanos, que en contrapartida perdieron su poder marítimo .
Una nueva contraofensiva persa y la reconstrucción de los Muros Largos de Atenas hicieron que Esparta decidiera firmar una paz tanto con persas como con griegos.
Con la excusa de proteger al resto de ciudades griegas, Esparta siguió manteniendo su política imperialista en Grecia.
Esta hegemonía acabó a principios del siglo IV a.C. cuando el ejército espartano quedó prácticamente destrozado por las tropas de Tebas, ciudad que comenzaba a destacar en Grecia por encima de Atenas y Esparta.
Esta última derrota se sumaba a las pérdidas sufridas en la revolución de los ilotas y a las consecuencias del terremoto que asoló Esparta en el año 464 a.C. que según las fuentes, acabó con las vidas de muchos jóvenes de la ciudad, reduciendo así el número de hoplitas de su ejército.
A finales del siglo IV a.C. irrumpe Macedonia en escena.
Esparta se enfrentó a uno de los lugartenientes de Alejandro Magno, perdiendo la batalla, y tras la muerte de éste, ni siquiera pudo participar en la Guerra Lamiaca a causa de su debilidad.
Durante el siglo II a.C., Esparta perdió cada vez más poder ante el resto de ciudades griegas, especialmente los aqueos, hasta que en el año 205 a.C., Esparta decide aliarse con Roma, cambiando así el sistema de equilibrios en Grecia.
En el año 192 a.C. los espartanos fueron obligados a unirse a la Liga Aquea, lo que implicó la renuncia y la prohibición a muchos aspectos de su legislación así como la destrucción de sus murallas.
Doce años más tarde, estas prohibiciones se eliminaron y se pudo recuperar parte de la estabilidad social perdida.
A mediados del siglo II a.C. nuevos enfrentamientos con los aqueos terminaron por convertir a Esparta en una ciudad de segundo orden aunque seguía siendo autónoma.
Una vez que Roma se hizo con el control de la región, Esparta se convirtió en un lugar al que acudían turistas atraídos por la violencia y exotismo de su cultura y sus ritos relacionados con la guerra y la educación de los niños .
Hasta el siglo IV d.C., los turistas acudían en masa para ver espectáculos como el de niños siendo azotados hasta la muerte. Esparta fue saqueada por los visigodos de Alarico en el año 395 y posteriormente, los bizantinos levantarían una ciudad, Mistra, cerca de sus ruinas.
La sociedad espartana
La sociedad espartana estaba fuertemente jerarquizada, distinguiéndose varias clases sociales:
- Los Iguales: eran la clase privilegiada. Nada más nacer, se les concedía un pedazo de tierra acompañada por varios ilotas o esclavos que trabajarían para él durante toda su vida. Los Ilotas eran los únicos que podían ostentar cargos políticos y además, concentraban el poder militar. No se dedicaban jamás a ningún tipo de trabajos manuales ni tampoco a la agricultura, algo reservado a los espartanos, es decir, habitantes de Esparta que no vivían en la ciudad sino en las afueras. La mujer tenía cierto poder.
- Los tresantes: sin embargo, si uno de estos Iguales era culpado de atimia, es decir, que se mostraba incapaz de saldar una deuda con el Estado (deudas que podían heredarse de padres a hijos), se les despreciaba y vejaba, dándoles un trato peor al que se concedía a los esclavos. Los culpables de atimia o tresantes podían recuperar su estatus de honor mediante el valor mostrado en la batalla.
- Los periecos: eran los habitantes de la periferia que vivían bajo el dominio de los espartanos pero que no eran siervos ni esclavos. Tenían varios derechos y podían formar parte del ejército así como realizar actividades comerciales. Las tierras que trabajaban podían comprarse y venderse ya que no eran propiedad del Estado. Había diferencias sociales entre ellos ya que había tanto terratenientes como simples trabajadores que vivían del fruto de su esfuerzo.
- Los ilotas: eran los descendientes de la clase campesina sometida a la ciudad. No son esclavos sino siervos que pertenecen al Estado y están adscritos a la tierra que trabajan. Vivían prácticamente al margen de la vida pública y social aunque eran más numerosos que los Iguales. Podían ser reclutados para el ejército si se les requería. Una vez al año, se les perseguía y se les humillaba flagelándoles en público.
La educación espartana
La educación espartana se conoce con el nombre de agogé, que en griego antiguo quiere decir «conducta».
Comenzó a aplicarse en el siglo VI a.C., aunque en siglos anteriores ya se aplicaba una educación muy parecida basada sobretodo en la búsqueda de la gloria de la ciudad y rasgos de la educación homérica como la lucha, el atletismo y la hípica además de la cultura.
La agogé tenía tres características esenciales que hicieron que fuera un método novedoso para su época.
Normalmente se atribuye al legislador Licurgo aunque lo cierto es que no hay referencias a ella hasta un siglo después.
- Obligatoria: se consideraba esencial para llevar a ser un ciudadano de pleno derecho y poder acceder a los cuerpos de élite y a las distintas magistraturas, es decir, a la participación en la vida pública de la ciudad.
- Colectiva: normalmente, en esta época cada niño aprendía de forma individual junto a un esclavo que hacía las veces de maestro. En Esparta, se juntaba a los niños en grupos de la misma edad, asemejándose a las clases de la escuela separadas en cursos.
- Estatal: la educación de los ciudadanos estaba bajo el control del Estado, algo alabado tanto por Platón como por Aristóteles. El Estado aportaba maestros especializados y también a los éforos, magistrados que se encargaban de supervisar las tareas de la educación.
La educación espartana se basaba en tener buena forma física y una excelente salud por lo que se practicaba la eugenesia.
Cuando una mujer tenía un niño, éste era examinado por una comisión de ancianos para comprobar su forma física y también si era hermoso; de no ser así, el bebé era arrojado por un barranco o simplemente abandonado en la cima .
En caso de que llevara a sobrevivir, sería admitido.
Los niños espartanos nunca recibían cariño ni atenciones de ningún tipo.
Eran criados sin pañales para que se adaptaran al frío y al calor y no se les consentían caprichos ni rabietas. Se los acostumbraba a estar solos y a oscuras para que perdieran el miedo.
Cuando cumplían siete años, abandonaban el hogar familiar y pasaban a estar bajo el cuidado de un paidónomo, un magistrado especializado.
A partir de ese momento, vivían en una especie de escuela militar infantil bajo el mano de un chico de diecinueve años.
Aprendían a leer y a escribir y también a cantar coros de marcha militar. Además, practicaban lucha y atletismo para robustecerse físicamente y aprendían a manejar armas.
Por encima de todo, adquirían el hábito de obedecer a sus superiores y de luchar por el bien de la ciudad.
Los niños llevaban el pelo rapado, los pies descalzos y a partir de los doce años, solamente pueden llevar un mantón sin túnica debajo.
Hasta esa edad, van desnudos y bastante sucios ya que apenas se les permite bañarse. Se les alimentaba con lo justo, obligándoles a robar si tenían hambre o si se lo ordenaba su superior.
Si eran descubiertos, se les castigaba con severidad por haberse dejado pillar. Dormían sobre un lecho de cañas que tenían que fabricarse a mano ellos mismos.
A los quince años, se les permitía llevar el cabello largo, limpio y perfumado.
Estos niños pueden ser reprendidos y castigados por cualquiera en la ciudad, ya fuera hombre o mujer, algo que, con el paso del tiempo, llevó a situaciones que se alejaban de la disciplina y la educación militar de los jóvenes.
A partir de los veinte años y hasta los treinta, los jóvenes espartanos pasaban la mayor parte del tiempo en barracones militares con soldados de su edad.
Su entrenamiento no terminaba aún; de hecho, el servicio militar terminaba al cumplir los sesenta años aunque en épocas de crisis y escasez de soldados llegaron a luchar hombres de más edad.
El ejército espartano
El núcleo central del ejército espartano estaba formado por los Iguales, quienes formaban parte de la Asamblea y constituían el cuerpo de los hoplitas.
De hecho, los Iguales estaban obligados por ley a formar parte del ejército y tenían prohibido ejercer cualquier otra actividad.
Los periecos, que solían ser comerciantes o artesanos, formaban parte de la infantería ligera y además se encargaban de otros trabajos auxiliares.
Por último, los ilotas podían usarse como tropas ligeras si era necesario.
En la batalla, el ejército espartano era dirigido normalmente por dos reyes aunque a partir del siglo VI a.C., un rey espartano se dirigía a la batalla mientras que el otro permanecía en la ciudad.
Estos reyes disponían de una guardia real compuesta por trescientos hombres que recibían el nombre de «caballeros» aunque en realidad se trataba de hoplitas de infantería como los del resto de las tropas.
En el campo de batalla, estos 300 guerreros espartanos se desplegaban en el flanco derecho, el lugar de honor reservado a los mejores soldados del ejército.
Cada año, los oficiales seleccionaban a los soldados que ocuparían ese prestigioso puesto entre todos aquellos que tuvieran experiencia en la batalla e hijos que pudieran perpetuar su estirpe. Estos 300 fueron los soldados que acompañaron al rey Leónidas en la famosa batalla de las Termópilas.
A mediados del siglo V a.C. se creó un cuerpo de caballería compuesto por 400 jinetes, hombres más débiles físicamente y seguramente considerados de clase inferior.
No tuvo demasiada importancia dentro del ejército espartano ya que muy pocos podían permitirse un caballo y el equipo necesario.
Seguramente la caballería se usaba como un cuerpo auxiliar para explorar, proteger a la infantería y perseguir al enemigo si huía.
Junto a los hoplitas, se encontraba la infantería ligera quienes carecían de protección y se armaban con jabalinas. Su papel en la batalla consistía en atacar rápidamente y por sorpresa para después, retirarse.
Los periecos también luchaban como infantería ligera pero de élite, ocupando el flanco izquierdo en el campo de batalla y, por lo tanto, el más expuesto.
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Documental sobre los espartanos
Quien no conoce a los espartanos y la famosa película 300? en este vídeo documental vas a poder ampliar mucho más la información sobre estos magníficos guerreros:
Sobre el autor:
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Es una historia apasionante y mas que interesante, en relacion a la vida de los esperamos. Gracias por la información