Las Reinas de España
No son muchas, pero todas tuvieron un importante papel en la historia de España. De hecho, a la primera de ellas le debemos el nacimiento de este país. Tres reinas, tres, Isabel I de Castilla, y de España, su hija Juana, conocida como «La Loca», e Isabel II, marcaron sus respectivas épocas, y dejaron un legado innegable, ya sea positivo o no tanto.
Además, están las consortes, mujeres que con más o menos suerte influenciaron a sus maridos y, en ocasiones, llegaron a tener un poder considerable. Hasta ahora, pues el papel de la mujer, aunque aún distante del ideal igualitario, es mucho más relevante y reconocido que en el pasado.
Veamos la vida y obra de estas tres reinas tan importantes, y brevemente las que reinaron a la sombra de los reyes. A casi todas las conocemos de nombre. Nunca sobra comprenderlas.
Nace una reina, y un país
Isabel nació en Madrigal de las Torres, Ávila, el 22 de abril de 1451. La fecha exacta es motivo de discusión, pues al momento de su alumbramiento, nada parecía apuntar que algún día sería reina. El nombre de Isabel era entonces raro en España, y le fue otorgado por su madre, la portuguesa Isabel de Ávis.
Su padre, Juan II, rey de Castilla, era hijo del rey castellano Enrique III y una inglesa, Catalina de Lancáster. En 1453 llegaría el hermano menor de Isabel, Alfonso, quien moriría a los 15 años.
No obstante, Juan había contraído nupcias anteriormente con María de Aragón, con quien tuvo al heredero al trono, el futuro Enrique IV. Considerado como un hombre impotente, en 1461 Enrique tuvo una hija con su segunda mujer, Juana de Portugal. La infanta Juana pronto fue declarada Princesa de Asturias y heredera al trono, por lo que Isabel perdía sus posibilidades.
Novia vestida, pero no alborotada
Igual de controvertido su nombramiento como Princesa de Asturias, fue el matrimonio de Isabel: Su hermanastro, el rey Enrique IV, intentó desposarla con varios pretendientes, a todos los cuales ella rechazó. Desde los tres años Isabel había estado comprometida con el hijo de Juan II de Aragón, Fernando, pero Enrique había roto el enlace.
Sin embargo, tanto el rey Juan II como los dos jóvenes, se propusieron consumar el matrimonio. Pero había un problema. Isabel y Fernando eran primos segundos, y para contraer matrimonio necesitaban una Bula Papal que ignorara la consanguinidad. El Papa temeroso de provocar el enfado de los reyes de Castilla y Portugal, no quiso firmar la bula.
La boda
En un episodio de novela, los consejeros de los novios falsificaron una bula del Papa anterior. El 5 de marzo de 1469 se firmaron las capitulaciones matrimoniales. Aún quedaba el problema de la boda a escondidas. Isabel vivía en Ocaña, bajo la custodia de Don Juan Pacheco, amigo del rey Enrique. Con el pretexto de visitar la tumba de su hermano Alfonso, Isabel partió hacia Ávila en mayo.
Al mismo tiempo, Fernando se disfrazó de escudero de unos marchantes, atravesó Castilla para encontrarse con Isabel. La boda tuvo lugar en Valladolid el 19 de octubre de 1469. Cuando se enteró, a Enrique no le quedó otra que aceptar los hechos consumados, y el papa finalmente firmó una Bula que, retroactivamente, permitía a los primos unirse en matrimonio.
Reyes Católicos
La boda y la bula no solucionaron todos los problemas de la joven pareja. El rey Enrique IV, molesto por la actuación de su media hermana, se enfrentó a ella. No obstante, sabía que no tenía el apoyo de los nobles para destituirla de sus título. Cuando Enrique murió en 1474, Isabel se autoproclamó Reina de Castilla.
Ninguno de los nobles asistió a la coronación, aunque ese fue el menor de los problemas.
El Papa Sixto IV proclamó entonces a Isabel y Fernando como los Reyes Católicos, título que han ostentado todos los reyes de España a título propio. Hoy el Rey Católico es Felipe VI, pero no Letizia, que es consorte.
Final de la Reconquista
Aparte de las muchas rebeliones internas, a Isabel y Fernando les quedaba una misión buscada por los castellanos desde hacía siglos, la total expulsión de los moros de la península. Afianzado su poder, a partir de 1485 las tropas castellanas y aragonesas comenzaron una campaña de hostigamiento y sitio a las últimas ciudades nazaríes en el sur de España.
En la etapa final de la campaña, cuando los soldados castellanos acusaban el cansancio ante el sitio de Granada, Fernando hizo llamar a Isabel. Normalmente la reina se quedaba en la retaguardia con sus hijos, pero en este caso hizo una excepción, y se presentó en el frente.
Al verla, la moral de los ejércitos se disparó, al mismo tiempo que los defensores musulmanes se daban cuenta de que no tenían posibilidad de victoria. El 25 de noviembre de 1491, se firmó la rendición de la plaza de Santa Fe, y el 2 de enero del siguiente años, los Reyes Católicos entraban en Granada. Era el fin de la conquista.
América
Aquel año de 1492 resultaría fundamental en el reinado de Isabel y Fernando, y en el futuro de sus reinos. Poco antes, la reina había conocido al navegante genovés Cristóbal Colón, quien le presentó un proyecto para viajar por el Atlántico hacia el oeste, hacia Catay (China), por una ruta que el consideraba más corta que rodeando África.
Isabel accedió a financiar la expedición, aun en contra de la opinión de sus asesores políticos y científicos. A falta de fondos del Estado, ella misma empeñó sus joyas para conseguir un préstamo. Colón partió del Puerto de Palos en agosto, y en octubre había llegado a lo que pronto se conocería como América, un nuevo continente, que los españoles conquistarían en casi toda su extensión.
Pacificado el reino en Europa y con nuevos territorios en América, Isabel y Fernando se preocuparon por arreglar matrimonios de conveniencia para sus hijos.
- Isabel, Princesa de Asturias, nació en 1470. Fue desposada en primeras nupcias con Alfonso, infante de Portugal. Al morir este, se casó con el primo de Alfonso, Manuel, con quien reinó en Portugal hasta 1498, año en que murió durante el parto de su hijo Miguel de la Paz.
- Juan, nacido en 1478 y proclamado Príncipe de Asturias cuando Isabel contrajo matrimonio en 1480. Casó con Margarita de Austria, pero murió de tuberculosis poco después.
- Juana, proclamada Princesa de Asturias a la muerte de Juan. Fue entregada en matrimonio a Felipe de Borgoña, conocido como «El Hermoso». De la pareja nacería el futuro Carlos I de España y V de Alemania.
- María, nacida en 1482, se casó eon el viudo de su hermana Isabel, el Rey Manuel de Portugal. Con él tuvo 10 hijos.
- Catalina, nacida en 1485, contrajo matrimonio con el Príncipe de Gales, Arturo. Cuando este murió poco después, desposó a su hermano, Enrique VIII.
El legado de Isabel
La Reina Católica de Castilla, murió en Medina del campo el 26 de noviembre de 1504. Dejaba tras un largo reinado un reino pacificado, unido, y en pleno crecimiento. Sus dos hijos mayores muertos a temprana edad, dejaron el título de heredera a Juana, la segunda Reina de España.
Juana La Loca
Al igual que su madre, Juana no nació con la corona bajo el brazo. Tuvieron que morir sus dos hermanos mayores para acceder al trono, y sin mucha gana. La vida de la que fuera hija de reina, reina y madre de emperador, tuvo una vida larga, pero su influencia en la historia de España se debió más al destino que a su propio esfuerzo.
Juana nació en Toledo el 6 de noviembre de 1479, y aquel día parecía que su destino se limitaría a ser la consorte de algún otro monarca europeo. El 20 de octubre de 1496, ese destino se convirtió en realidad en Flandes, cuando contrajo matrimonio con Felipe, archiduque de Austria.
Como la boda había sido arreglada por los padres de ambos, no se conocían, pero Juana quedó prendada de su marido a primera vista; por algo le llamaban «el Hermoso». El problema es que Felipe no le correspondía con tanto amor, y mantenía diversas amantes en su corte. Juana, que solía armar escándalos a causa del adulterio de su marido, pronto se ganó la fama de tener un carácter irascible e inestable.
En cualquier caso, la pareja tuvo tres hijos, Leonor, Carlos e Isabel, nacidos los dos primeros en Bélgica y un cuarto, Fernando, nacido en Alcalá de henares.
Juana I de Castilla
En 1501, a la muerte de Miguel de la Paz, hijo de su hermana Isabel, Juana y Felipe partieron hacia la Península para ser declarados herederos al trono. En mayo de 1522, juraron sus títulos en Toledo. Un año después Felipe volvió a Bruselas para hacerse cargo de sus asuntos. Juana se quedaba en Castilla para dar a luz a Fernando.
Finalmente, en mayo de 1504, pudo volver a Bélgica para reunirse con su familia. Para su desgracia, pocos meses después murió la Reina Isabel. Algún historiador ha sugerido que Isabel no quería que Juana reinara, debido a su falta de devoción. No hay pruebas de ello, y en cualquier caso, su padre, Fernando, la proclamó Reina de Castilla, aunque él seguiría gobernando.
Encerrada
Aquel mismo año, Felipe el Hermoso murió, probablemente envenenado. Para Juana, que estaba profundamente enamorada de su marido, fue un golpe muy duro. Por si fuera poco, Felipe murió en Burgos, pero había pedido que ser enterrado en Granada.
Pero Fernando el Católico no quería que su yerno fuese enterrado en Granada antes que él mismo, así que, cuando Juana partió de Burgos con el cadáver de su marido, los nobles que la acompañaba llevaban ya la orden de que no salieran de Castilla. Durante ocho meses deambuló el cortejo por los pueblos y aldeas, hasta que finalmente Fernando volvió a Castilla.
El Rey Católico se entrevistó con su hija, y decidió que no era capaz de gobernar. Junto con los nobles tomaron la decisión de encerrarla en un convento de Tordesilllas. En la capilla de Santa Clara del mismo pueblo, fue a parar el cuerpo de Felipe. Años después, su hijo Carlos I lo trasladó finalmente a Granada.
Juana la Loca
Para entonces Juana ya era conocida como «la Loca», y no sólo el pueblo lo creía, ella misma habló de su persona en palabras similares:
Juana pasó los últimos 46 años de su vida en su encierro de Tordesillas. Su hijo Carlos, al llegar a España para hacerse cargo del reino en 1517, la visitó brevemente, y poco más. Finalmente, Juana I de Castilla, murió el 12 de abril de 1555.
La otra Isabel
La tercera reina de España a título propio fue Isabel II, hija de Fernando VII y de María Luisa de Borbón Dos-Sicilias. Como muchos otros monarcas de la historia, españoles o no, su subida al trono estuvo marcada por la controversia, y las acusaciones de ilegitimidad.
Si bien, mientras que Isabel la Católica y Juana I tuvieron que enfrentarse a circunstancias muy complejas durante sus reinados, María Isabel Luisa, también conocida como «la de los tristes destinos», lo tenía más fácil, pero muchos de los problemas de su reinado fueron de su propia hechura.
Para empezar, el heredero al trono era Carlos María Isidro de Borbón, hermano del rey Fernando VII, y tío de Isabel. Esto se debía a que, hasta 1829, no tenía hijos varones, y de acuerdo a la Ley Sálica, las mujeres no podían reinar por derecho propio. Entonces, cuando Fernando volvió a casarse, publicó un decreto llamado la «Pragmática Sanción», que anulaba la Ley Sálica, y permitía que una mujer reinara. Cuando Isabel nació en 1830, ella fue nombrada Princesa de Asturias, y heredera al trono.
Claro está, el infante Carlos protestó, sin éxito, y sus valedores formaron el bando Carlista. Entonces, Fernando VII murió en 1833, e Isabel ascendió al trono antes de cumplir los tes años, por lo que su madre fue nombrada regente. El conflicto derivó en la Primera Guerra Carlista entre 1833 y 1840.
Isabel II reina
La victoria en la guerra del bando isabelino, se debió en parte al General Baldomero Espartero, quien asumió la presidencia del gobierno en 1840, y la regencia en 1841. Espartero no era un personaje muy popular, y tras su mala gestión de una rebelión en Barcelona en 1843, fue obligado a abandonar el cargo. Para evitar una nueva guerra, se adelantó la mayoría de edad de Isabel, de los 14 a los 13 años. A esa edad, comenzó a reinar en pleno derecho.
Por ejemplo, en 1844, el moderado General Narváez anunció su intención de reformar la constitución de 1837, redactada por los progresistas. Los moderados querían igualar el estatus de la reina con el pueblo, esto es, que compartieran la Soberanía Nacional. Como los progresistas estaban en contra de la reforma, no participaron en las elecciones, y Narváez pudo llevar a cabo el cambio constitucional.
Matrimonio
La boda de Isabel, como todas las de sus descendientes reinantes, fue una cuestión de Estado. No fue ella quien eligió al novio, sino el gobierno, y tuvo que ser un hombre que nadie rechazara. El elegido fue Francisco de Asís de Borbón, primo hermano de Isabel, por ambos lados. El padre de Francisco era hermano del padre de Isabel, y sus madres también hermanas.
El matrimonio desde el principio fue un fracaso. A ella no le caía bien Francisco, y se corría el rumor de que era homosexual. Lo cierto es que Isabel quedó embarazada 12 veces, aunque sólo seis de los bebés sobrevivieron. Uno de ellos, sería le futuro rey Alfonso XII.
Periodo turbio
Isabel reinó en un periodo complicado políticamente hablando. Las nuevas corrientes llegadas de Europa habían polarizado los grupos, y la oposición y el bloqueo constante entre unos y otros no permitió que el país avanzara. La reina no supo controlar a los políticos, y menos la corrupción. De hecho, amigos y familiares suyos de enriquecieron haciendo negocios muy turbios, lo que le ganó pocos amigos con el pueblo.
La corrupción era rampante. Las elecciones las ganaba siempre el partido que las organizaba, pues no existía una comisión electoral que las legitimara. Sólo la interrupción de los militares, en varias ocasiones, permitió que el gobierno funcionara y se lograran avances.
La reina intentaba constantemente interferir en los asuntos de estado. Una vez llegó incluso a postularse como presidenta del gobierno. Era una mujer fácilmente influenciable, y aquellos que la rodeaban en la corte la manipulaban constantemente. Isabel no tenía carácter, y el bienestar del pueblo le importaba muy poco. Rara vez aparecía en público, y mucho menos permitía que los plebeyos se le acercaran.
Derrocamiento, exilio y muerte
El pésimo estado de la situación en España llevó a un grupo de civiles y militares a organizar una revolución, la llamada «Revolución Gloriosa«. Ya en 1866 un grupo de oficiales se había rebelado contra la reina en Madrid, pero la rebelión falló. No obstante, el mismo general que apaciguó la situación, Serrano, ese mismo año llegó a un acuerdo con los liberales, los demócratas y con el General Prim. El Pacto de Ostende, por la ciudad belga en el que se firmó, tenía como objetivo acabar con el régimen de la reina, y convocar una asamblea constituyente para dar a España, por primera vez, un gobierno de corte democrático.
El 18 de septiembre de 1868 comenzó la revolución con un levantamiento en Cádiz. Al día siguiente, Isabel II nombró Presidente de Gobierno al General José Gutiérez de la Concha, y lo envió a Andalucía a apagar la rebelión. Ningún general quiso unirse a la expedición, y Gutiérrez de la Concha fue derrotado por los rebeldes en la Batalla de Alcolea, en Córdoba, el 28 de septiembre.
Isabel II de España, falleció en París el 9 de abril de 1904. Sus restos están enterrado en el monasterio de EL Escorial, en Madrid.
Otras reinas
Como he dicho anteriormente, Isabel la Católica, Juana I e Isabel II, reinaron por derecho propio. Pero no son las únicas reinas de España, también están las llamadas «reinas consorte», mujeres que fueron reinas porque se casaron con un rey de España.
Casa de Austria:
Nombre de la Reina: Consorte de: Fechas:
Isabel de Portugal Carlos I 10 de marzo de 1526 a 1 de mayo de 1539
María I de Inglaterra Felipe II 16 de enero de 1556 a 17 de noviembre de 1558
Reina de Inglaterra (nunca vivió en España)
Isabel de Francia Felipe II 22 de junio de 1559 a 3 de octubre de 1568
Ana de Austria Felipe II 4 de mayo de 1570 a 26 de octubre de 1580
Margarita de Austria Felipe III 13 de septiembre de 1598 a 3 de octubre de 1611
Isabel de Francia Felipe IV 31 de marzo de 1621 a 6 de octubre de 1644
Mariana de Austria Felipe IV 7 de octubre de 1649 a 17 de septiembre de 1665
María Luisa de Orleans Carlos II 11 de noviembre de 1679 a 12 de febrero de 1689
Mariana de Neoburgo Carlos II 28 de agosto de 1689 a 1 de noviembre de 1700
Casa de Borbón:
María Luisa Gabriela de Saboya Felipe V 2 de noviembre de 1701 a 14 de febrero de 1714
Isabel de Farnesio Felipe V 24 de diciembre de 1714 a 9 de julio de 1746
Luisa Isabel de Orleans Luis I 15 de enero de 1724 a 31 de agosto de 1724
Bárbara de Portugal Fernando VI 9 de julio de 1746 a 27 de agosto de 1758
María Amalia de Sajonia Carlos III 10 de agosto de 1759 a 27 de septiembre de 1760
María Luisa de Parma Carlos IV 14 de diciembre de 1788 a 19 de marzo de 1808
María Isabel de Portugal Fernando VII 29 de septiembre de 1816 a 26 de diciembre de 1818
María Josefa Amalia de Sajonia Fernando VII 20 de octubre de 1819 a 18 de mayo de 1829
María Cristina de Borbón-Dos Sic. Fernando VII 11 de diciembre de 1829 a 29 de septiembre de 1833
María de las Mercedes de Orleans Alfonso XII 23 de enero de 1878 a 26 de junio de 1878
María Cristina de Austria Alfonso XII 29 de noviembre de 1879 a 25 de noviembre de 1885
Victoria Eugenia de Battenberg Alfonso XIII 31 de mayo de 1906 a 14 de abril de 1931
Sofía de Grecia Juan Carlos I 22 de noviembre de 1975 a 18 de junio de 2014
Letizia Ortiz Rocasolano Felipe VI 19 de junio de 2014 al Presente
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